Los socios del Proyecto Reutivar hemos trasladado a los responsables de la Consejería de Agricultura de Andalucía, Murcia y Valencia, y regiones insulares su preocupación por el contenido de la nueva directiva europea sobre aguas regeneradas del Parlamento Europeo que está pendiente de aprobación. Y es que, más que fomentar su uso, como teóricamente pretende, lo desincentiva completamente, al imponer unas altísimas exigencias y restricciones que elevan el coste de la regeneración y hacen prácticamente inviable la aplicación de este recurso para el regadío. En las elocuentes palabras del consejero murciano de Agua, Agricultura y Pesca, Miguel Ángel del Amor, “más que fomentar la reutilización en cultivos, fomenta tirarla a los ríos”.

Por eso queremos hacer un vehemente llamamiento a las administraciones para que hagan valer la importancia de las aguas regeneradas para estos territorios y eviten que una nueva Directiva Europea sea aprobada con criterios muy exigentes impuestos por los países del Norte, para amparados en un interés por la salud humana – que compartimos hay que garantizar-  impongan criterios de mayor exigencia al agua regenerada que haga imposible económicamente sus utilización, y especialmente en cultivos frutícolas donde el riego por goteo subterráneo impide el contacto agua-fruto.

En concreto, la nueva normativa eleva las exigencias relacionadas con Escherichia Coli, nematodos, sólidos en suspensión y turbidez, que son los parámetros habituales que se han venido utilizando para la regeneración de aguas. Pero, además, incorpora nuevos requerimientos en sustancias emergentes, protozoos y control de bacterias, lo que supondrá un encarecimiento del coste de los tratamientos y, a la hora de la verdad, un paso atrás en las políticas de fomento de la reutilización que se venían aplicando.

Reutivar es un proyecto pionero que trata de evaluar y desarrollar un modelo de riego sostenible del olivar en zonas rurales de Andalucía basado en aguas óptimamente regeneradas para este uso, con sistemas de riego y fertirriego de alta eficiencia hídrica y energética, y con fuerte disminución de la contaminación difusa.

El proyecto de Directiva aprobado por el Parlamento ahora está ahora pendiente de su información por el Consejo de Europa y su posterior aprobación en un proceso de Codecisión, donde España y los países del Sur deben de trabajar mucho y bien para que la regeneración con fines agrarios no sea una utopía por inviabilidad económica del tratamiento de regeneración.